Durante años, Google ha sido conocido por sus políticas laborales innovadoras, creando un ambiente de trabajo envidiable. Las imágenes de sus oficinas llenas de espacios abiertos y colaborativos, salas de juego, y servicios como masajes y clases de yoga han contribuido a su reputación de ser un lugar «cool» para trabajar. Sin embargo, recientemente, la empresa ha experimentado cambios significativos que desafían esta percepción.
En un giro inesperado, Google se encuentra en un proceso de transformación, con cambios en su estructura organizativa y cultural que apuntan hacia una realidad menos idílica. Los despidos masivos y la eliminación de privilegios han erosionado la filosofía laboral que antes promovía el equilibrio entre el bienestar de los empleados y la productividad.
Más de 13.000 empleados han sido despedidos en el último año, y los que aún permanecen enfrentan la pérdida de servicios como comida gourmet gratuita, instalaciones de ocio y flexibilidad laboral. Esta estrategia de despidos escalonados ha generado un clima de incertidumbre y temor entre los trabajadores.
La empresa, que antes fomentaba la experimentación y la innovación personal, ahora ve cómo muchos empleados muestran reluctancia a participar en proyectos paralelos o invertir tiempo en iniciativas que no estén alineadas con los objetivos empresariales inmediatos.
Este cambio en la cultura laboral también ha afectado la capacidad de Google para mantenerse a la vanguardia del mercado. A pesar de un aumento del 52% en los beneficios del último trimestre de 2023, las críticas internas sobre su funcionamiento interno y su falta de innovación frente a competidores como OpenAI están en aumento.
El futuro de Google como empleador deseable y líder en innovación está en juego. Solo el tiempo revelará si puede encontrar un nuevo equilibrio que satisfaga tanto a sus accionistas como a sus empleados, quienes son el corazón de su innovación.
Fuente: genbeta.com