La principal criptomoneda del mercado, bitcoin (BTC), ha alcanzado el hito de los 30.000 dólares por unidad, a solo un día de iniciar el año.
En medio de una ola de inversión institucional, alabanzas y regulaciones apresuradas, bitcoin marca un nuevo máximo histórico de más de 32.000 dólares, con un volumen en 24 horas de 48 mil millones de dólares, similar al de días pasados. El aumento es de más de 2.500 dólares al momento: un 12% que coloca la capitalización de bitcoin sobre los 595 mil millones de dólares.
La primera criptomoneda se mantiene en una corrida alcista que, como indican algunos analistas, solo se hará más pronunciada a medida que avance el 2021; así como sucedió en abril de 2017, meses antes de la burbuja de los 20.000 dólares.
La subida está siendo alimentada por inversionistas institucionales, además de minoristas. A finales del año pasado vimos como empresas de la talla de MicroStrategy o Square, y fondos como Ruffer o Grayscale arrojaban miles de millones a la criptomoneda, que para el momento se cuentan en 35 mil millones de dólares, alrededor de 1,15 millones de BTC o 6% de la capitalización del mercado y de la emisión actual de monedas.
Esta masiva inversión amplía su efecto al encontrarse con un mercado ilíquido, de poco acceso a las monedas para su compra, en el que los ahorristas o hodlers de bitcoin aumentan por minuto. Según un estudio reciente, tan solo 4,8 millones de BTC de los 18,5 millones en existencia están disponibles en el mercado, el resto se encuentran resguardados en las carteras de sus dueños.
Tambien puede contarse entre las causas del aumento a los tenedores de la criptomoneda de Ripple, empresa que se ha visto envuelta en una demanda por parte de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de Estados Unidos. El hecho ha llevado a más de 15 exchanges, entre los que se incluyen Coinbase y Bitfinex, a sacar a XRP de sus mercados y con ello han impulsado a inversionistas minoristas y mayoristas a vender sus monedas para, probablemente, cambiarlas por bitcoin.
El hecho de que XRP y otras criptomonedas hayan llevado a cabo levantamientos de capital (ICO) en sus inicios y que muchas de estas tengan una empresa responsable, las hace susceptibles a ataques gubernamentales. En Bitcoin, por ser descentralizado en emisión y control, se vuelven inviables muchos ataques; la mayoría de los inversionistas sabe esto y por eso prefiere a la primera criptomoneda.
Fuente: www.criptonoticias.com
