En los últimos dos años, Microsoft ha adquirido un gran número de estudios de desarrollo de videojuegos. Sólo el pasado mes de septiembre, con la adquisición del grupo ZeniMax Media, incorporó a su cartera ocho nuevos estudios, desarrolladores de juegos/sagas de éxito como Wolfenstein, Dishonored, Fallout, Doom, Skyrim, etc.
Por supuesto, estas adquisiciones están vinculadas a la estrategia de Microsoft para reforzar el ‘ecosistema Xbox’ y para no perder terreno en una industria en auge como es la del videojuego.
Pero hay mucho más detrás de esta política de adquisiciones, algo con lo que Microsoft pretende triunfar en mercados bastante menos lúdicos.
Microsoft ya ha firmado un contrato millonario con los Marines de EE.UU.
Hablamos de Studio Alpha, la iniciativa de ‘juegos serios’ de Microsoft con la que pretenden dar servicio a clientes como el Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Y por ‘juegos serios’ (estamos usando aquí la terminología de las propias ofertas de empleo de Microsoft) nos referimos a:
«Proporcionar herramientas a las organizaciones para afrontar complejos problemas de datos masivos a escala planetaria, usando simulaciones e inteligencia artificial ejecutada en la nube y visualizada mediante tecnología de videojuegos».
Si durante la Guerra Fría la industria estadounidense protagonizó la aplicación masiva de innovaciones tecnológicas militares al ámbito cotidiano, ahora Silicon Valley podría estar haciendo el camino inverso, utilizando tecnologías cotidianas como base para la toma de decisiones en ámbitos políticos, militares y económicos.
Azure, la misma nube que da soporte a la plataforma de streaming de videojuegos Project xCloud, se convierte así en la base de la tecnología de ‘wargaming’ de Microsoft. Y tampoco resulta extraño imaginar a los desarrolladores de Flight Simulator creando sistemas de simulación realista de operaciones militares.
De hecho, Microsoft ya firmó hace unos meses un contrato con el Cuerpo de Marines para participar en el desarrollo de su nuevo centro de ‘wargaming’, una iniciativa con la que esta rama del ejército estadounidense confía en poder
«extraer datos que nos ayuden a determinar con mayor rapidez qué capacidades necesitaremos en futuras luchas».
Vía: ZDnet