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Hackean en minutos un cargador Tesla: grave fallo de seguridad en el Wall Connector Gen 3

por Dragora

La ciberseguridad de los dispositivos conectados a Internet vuelve a estar en el punto de mira. Esta vez, el protagonista es el Tesla Wall Connector Gen 3, un cargador de pared inteligente diseñado para vehículos eléctricos de la marca. Un grupo de investigadores ha demostrado que es posible hackear este dispositivo en tan solo 18 minutos, utilizando una combinación de técnicas de emulación y explotación de vulnerabilidades en el firmware. Este caso pone en evidencia los riesgos crecientes del Internet de las cosas (IoT) y la necesidad de reforzar las medidas de protección en dispositivos inteligentes de uso cotidiano.

¿Qué ha pasado con el cargador de Tesla?

La investigación fue realizada por el equipo de ciberseguridad de Synacktiv, quienes consiguieron comprometer un Tesla Wall Connector Gen 3 a través del puerto de carga, sin realizar modificaciones físicas. El ataque explotó un fallo de seguridad en el firmware y los protocolos de comunicación del dispositivo, permitiendo a los investigadores ejecutar código malicioso en él en menos de 20 minutos.

Este cargador, utilizado tanto en viviendas particulares como en espacios públicos, está diseñado para conectarse a la red Wi-Fi del usuario y ser gestionado de forma remota mediante la aplicación móvil de Tesla. Precisamente esa conectividad, si no está bien asegurada, representa una puerta de entrada para ciberataques.

Cómo lograron el hackeo

El proceso técnico detrás del hackeo del cargador de Tesla revela una serie de deficiencias graves en el diseño de seguridad del dispositivo. Synacktiv utilizó una Raspberry Pi junto a un adaptador USB-CAN modificado para emular el comportamiento de un coche Tesla real. De este modo, lograron establecer comunicación SWCAN (Single-Wire Controller Area Network) con el cargador, una variante especializada del protocolo CAN utilizado en automoción.

A partir de ahí, los investigadores descubrieron que era posible instalar una versión antigua del firmware del dispositivo utilizando únicamente el cable de carga. Este comportamiento no estaba documentado públicamente, lo que deja al Wall Connector vulnerable a lo que se conoce como «degradación de firmware», es decir, forzar al dispositivo a utilizar versiones previas que contengan fallos conocidos.

El punto crítico fue un desbordamiento de búfer global en la lógica de análisis de comandos del shell del sistema. Este tipo de error permite a un atacante escribir más datos de los que el programa puede procesar, sobrescribiendo partes de la memoria y posibilitando la ejecución arbitraria de código.

Por qué este fallo es preocupante

Este descubrimiento pone en evidencia dos debilidades clave:

  1. Falta de protección contra actualizaciones no autorizadas: el hecho de que se pueda reinstalar un firmware vulnerable sin verificación adecuada representa un riesgo crítico.

  2. Ausencia de controles físicos o criptográficos fuertes: la posibilidad de ejecutar este ataque sin abrir el dispositivo ni manipular físicamente sus componentes es especialmente alarmante.

Recordemos que cualquier dispositivo conectado a una red Wi-Fi doméstica representa una puerta de entrada potencial para un atacante. En este caso, el cargador de Tesla podría servir como punto de acceso para comprometer otros sistemas conectados, incluidos ordenadores, móviles o asistentes de voz.

Zona para cargar un coche eléctrico

¿Qué puedes hacer para protegerte?

Si eres usuario de un Tesla Wall Connector Gen 3 o de cualquier otro dispositivo IoT conectado a tu red, te recomendamos tomar estas medidas de seguridad:

  • Mantén siempre el firmware actualizado: verifica regularmente en la app de Tesla o en el sitio oficial si existen actualizaciones de seguridad.

  • Aísla tus dispositivos IoT en una red separada del resto de tus dispositivos principales. Esto se puede hacer configurando una red de invitados o VLAN en tu router.

  • Desactiva funciones remotas innecesarias: si no utilizas la gestión remota del cargador, es conveniente deshabilitar su acceso Wi-Fi.

  • Supervisa el tráfico de tu red para detectar comportamientos inusuales o conexiones no autorizadas.

  • Utiliza contraseñas robustas y únicas para tu red Wi-Fi y cualquier aplicación asociada.

Lo que debe hacer Tesla

Este caso también envía un mensaje directo a los fabricantes de dispositivos conectados: la seguridad no puede ser una opción secundaria. Tesla deberá implementar restricciones que impidan la degradación del firmware, así como mejorar las validaciones criptográficas en los procesos de actualización. Además, la documentación pública debe reflejar fielmente todas las funciones que pueden tener impacto en la seguridad del dispositivo.

La industria del automóvil y del IoT debe asumir que la conectividad conlleva nuevas superficies de ataque, y no solo en los vehículos, sino en todo su ecosistema, incluyendo estaciones de carga, routers o aplicaciones móviles.

En fin, este incidente demuestra que la ciberseguridad en dispositivos de carga de coches eléctricos no es opcional. Si un cargador Tesla puede ser hackeado en 18 minutos, no es descabellado pensar en escenarios donde un atacante aproveche esa brecha para comprometer redes completas o incluso afectar directamente al vehículo.

Mantener firmware actualizado, segmentar redes, y exigir a los fabricantes mayores estándares de seguridad son pasos fundamentales para proteger tu hogar digital. En una era donde cada dispositivo está conectado, la seguridad debe ser proactiva, no reactiva.

Fuente: RedesZone

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