Cataluña ha dado un paso firme hacia una educación más centrada en el aprendizaje y menos influenciada por las distracciones digitales. A partir del curso escolar 2025-2026, la Generalitat implementará un nuevo plan de digitalización responsable que incluye la prohibición del uso de teléfonos móviles, relojes inteligentes, tablets y pantallas digitales en los centros educativos, con especial énfasis en la etapa infantil. Esta medida, solicitada durante años por familias y docentes, busca mejorar el rendimiento académico y proteger el bienestar emocional de los estudiantes.
Una medida que marca un antes y un después en la educación catalana
La decisión forma parte de un amplio plan educativo centrado en el uso responsable de la tecnología en las aulas. Según anunció Esther Niubó, consejera de Educación, el plan incluye no solo restricciones tecnológicas, sino también formación específica para docentes en inteligencia artificial y una guía de buenas prácticas digitales para las familias.
Uno de los aspectos más destacados es que, a diferencia de normativas anteriores que permitían el uso del móvil con fines pedagógicos en secundaria, a partir del curso 2025-2026 los teléfonos estarán completamente prohibidos en todas las etapas educativas: infantil, primaria, ESO y Formación Profesional Básica.
Adiós definitivo a móviles y relojes inteligentes en las aulas
El endurecimiento de la normativa afecta a todos los dispositivos personales conectados. Los móviles, relojes inteligentes y otros wearables quedarán totalmente vetados en los entornos escolares. El objetivo es evitar distracciones innecesarias, reducir el tiempo de exposición a pantallas y fomentar la interacción social entre los estudiantes.
Además, se contempla que los portátiles individuales no se podrán usar hasta sexto de primaria, estableciendo un uso progresivo y controlado de la tecnología. En educación infantil, las tablets y pantallas digitales serán eliminadas de forma progresiva, dando prioridad al aprendizaje manipulativo, sensorial y presencial.
Menos pantallas, más aprendizaje activo
Durante los últimos años, los centros educativos catalanes han recibido importantes inversiones para introducir recursos tecnológicos como pantallas interactivas, portátiles y kits de robótica. Sin embargo, tras analizar los resultados y valorar el impacto del uso excesivo de pantallas, la Generalitat ha decidido dar un giro en su política educativa, apoyando una menor digitalización en las etapas más tempranas.
Las pantallas que ya se encuentran instaladas en las aulas de infantil serán reubicadas en otros niveles o centros donde su uso tenga mayor sentido pedagógico, evitando así un desperdicio de recursos y asegurando su aprovechamiento.
Una tendencia que se extiende por toda Europa
Cataluña se suma así a una tendencia creciente en Europa que busca reducir la dependencia tecnológica en la educación básica. Países como Francia o Suecia ya han implementado medidas similares, alertados por los efectos negativos que el uso descontrolado de dispositivos móviles puede tener en el desarrollo cognitivo y social de los menores.
En el caso catalán, el plan ha sido bien recibido tanto por docentes como por familias, quienes valoran positivamente el enfoque preventivo y el retorno a una enseñanza más tradicional y centrada en el estudiante.
Formación en IA y guía digital para familias
El nuevo plan educativo no solo se basa en la restricción de dispositivos, sino que también incluye iniciativas formativas para el profesorado en tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, para que puedan aprovechar sus beneficios de forma ética y segura.
Asimismo, se publicará una guía de buenas prácticas digitales dirigida a las familias, con el objetivo de acompañarlas en la gestión del uso de pantallas en casa, fomentar hábitos saludables y establecer límites adecuados según la edad de los menores.
Implementación gradual y seguimiento continuo
Aunque algunas de las medidas comenzarán a aplicarse desde el inicio del curso 2025-2026, otras se implementarán de manera progresiva en los años siguientes, en función de las características y necesidades de cada centro. La administración educativa catalana realizará un seguimiento continuo del impacto de estas políticas para valorar su efectividad y realizar ajustes si es necesario.
¿Qué pueden esperar alumnos y familias en el nuevo curso?
La eliminación de móviles y pantallas en las aulas representa un cambio significativo en la rutina de muchos estudiantes. Por ello, es fundamental que las familias se informen con antelación sobre las nuevas normas, colaboren con los centros educativos y acompañen emocionalmente a sus hijos en esta transición.
Aunque al principio pueda generar incomodidad o resistencia, la evidencia científica respalda que una menor exposición a dispositivos digitales mejora la concentración, reduce el estrés y promueve relaciones sociales más sanas entre los menores.
Hacia una educación más equilibrada y centrada en el estudiante
Con esta medida, Cataluña se posiciona como una de las comunidades autónomas más activas en la búsqueda de una educación equilibrada, centrada en el desarrollo integral del alumno y consciente del impacto que tiene la tecnología en su bienestar. El plan de digitalización responsable no es un paso atrás, sino una apuesta por el uso consciente y adecuado de las herramientas tecnológicas en la educación.
Este modelo podría convertirse en referencia para otras regiones que también estén considerando limitar el uso de móviles y pantallas en los colegios, abriendo el debate sobre el papel real que debe jugar la tecnología en el aula.
Fuente: MovilZona